EL PARQUE ESTUDIO

Como si se tratara de la casa estudio de un reality show, en Reñihué hay 80 cámaras trampa, un método de estudio no invasivo que permite observar y conocer a la fauna silvestre sin perturbarla. Con esas imágenes, pueden identificar sus patrones de actividad y procesos vitales, además de identificarlos como individuos, casi con nombre y apellido. “Estamos investigando las especies con las que cohabitamos este espacio, los bosques y sus árboles milenarios; queremos saber cómo viven, cómo interactúan entre sí, cuáles son sus historias”, cuenta Clark, quien no tenía ninguna experiencia previa en conservación, pero que se ha apoyado en un gran equipo. “No existen muchas investigaciones acerca de la fauna en Reñihué y son nuestros vecinos, nuestra comunidad. El equipo de investigación de la fundación lleva varios años estudiando las manchas de la güiña (también conocida como kodkod), que son un tipo de huella digital que permite identificarlas. Uno de nuestros proyectos es descifrar los misterios que se ocultan tras las manchas de este amenazado felino nativo”.

El equipo de investigación de la fundación ya ha logrado identificar numerosos ejemplares de la población local de güiñas, lo que en el largo plazo les entregará datos desconocidos sobre la ecología espacial de este felino. “Pero nuestros objetivos van mucho más allá del gato güiña”, afirma Clark. “Queremos convertirnos en una institución líder en el diseño e implementación de monitoreos poco invasivos dirigidos a especies con problemas de conservación. En esto estamos trabajando últimamente, en que la experiencia de la fundación pueda ser compartida mucho más allá de nosotros”.

Charlie está convencido de que su gran responsabilidad es proteger a todas las especies que habitan en ese ecosistema único, y para lograrlo necesitan conocerlas. “Realmente me siento muy orgulloso de todo lo que estamos haciendo. Cuando empecemos a entender cómo habitan este valle, vamos a promover su conservación no solo aquí, sino por todo el mundo”.