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Portafolio Kunlé Adeyemi Equipo de Arquitectura

Con la idea de extender y seguir probando este sistema con otro tipo de viviendas y otros usos, el arquitecto acuñó el concepto de Makoko Floating System (MFS), una forma sencilla de construir sobre el agua, gracias a estructuras de maderas prefabricadas, modulares y flotantes, mirando a nuevas soluciones sustentables frente al cambio climático. Sobre todo, en vista de que más del 80% de las principales ciudades del mundo están situadas junto al agua, muchas de las cuales son propensas a inundarse. Expuso su proyecto en el MOMA y llevó un segundo prototipo de la escuela flotante a la Bienal de Arquitectura de Venecia, en mayo de 2016. Se trataba de una iteración mejorada y diseñada para adaptarse a una fácil prefabricación y montaje rápido, que lo llevó a obtener el León de Plata en el encuentro internacional.

Sin embargo, un mes después de obtener ese galardón, una gran tormenta en Lagos terminó derrumbando a la Escuela Flotante de Makoko. No hubo heridos, porque hacía algunos meses que la edificación ya no se usaba por problemas de mantención y seguridad. “Se utilizaba para todo: mercado de pescados, área de juegos, escuela, un lugar para pasar el rato, algunas personas dormían ahí. Fue literalmente un centro comunitario. Creo que fue extremadamente usado y abusado, pero eso estaba bien, porque estábamos definiéndolo y testeándolo y aprendiendo de él”, explica Adeyemi. “Creo que es parte de la innovación. Lo vimos desempeñarse, aprendimos cómo falla. Y por eso hoy estamos donde estamos”, añade, aludiendo al camino que vino después: su estudio NLÉ comenzó a mejorar este sistema, trabajando en el anclaje, la calidad, la flotación, la edificabilidad y la planificación general del espacio.

Así, en 2018 presentaron un tercer prototipo en Brujas, Bélgica, sobre el lago Minnewater. El mismo año hicieron un cuarto prototipo en el lago Jincheng, Chengdu, en China. Y este año construyeron por primera vez sobre el mar, en la bahía de Mindelo, Cabo Verde. Este último proyecto incluye un sistema de anclaje −una especie de pequeño puerto que lo une con la costa− y tres edificios flotantes de distintos tamaños, en un área de casi 800 metros cuadrados. Hay una sala de espectáculos, un estudio de grabación y un bar. “Es uno de los ambientes más desafiantes en el que hemos trabajado, con olas, con vientos de alta velocidad, estamos verdaderamente empujando la tecnología a límites que no habíamos alcanzado previamente. Es nuestra primera estructura a largo plazo”, cuenta Adeyemi.

La postura de Adeyemi es adaptarse a las consecuencias que ya existen de la crisis climática. Más que luchar contra el nuevo escenario, lo que queda es la adaptación. “No importa lo que hagamos ahora. Nos estamos dirigiendo a una situación que es, en cierto modo, irreversible por muchos años”, dice, refiriéndose a lo que ya es evidente: aumento de precipitaciones, condiciones climáticas extremas, aumento del nivel del mar, inundaciones por un lado, sequías por el otro. “Necesitamos adaptarnos y creemos que en el futuro cercano la civilización humana se volverá más acuática, en muchas partes del mundo. Estamos tratando de construir ciudades en el agua”.

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2021-09-01T07:00:00.0000000Z

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Diario Financiero